I Care. Historia, Fundamento Antropológico y Proyectos

I Care. Historia, Fundamento Antropológico y Proyectos.

Por: Dra. Angélica María Sarmiento.
Muchas personas me han preguntado si la Planificación Familiar Natural (PFN) es un sistema Católico de Planificación Familiar. Tengo que reconocer que es una pregunta que admite respuestas múltiples. Por una parte sí, es “católico” porque católico significa universal, y la PFN puede ser utilizada por cualquier matrimonio, de cualquier raza, credo o condición social. Por otra parte no, porque no es sólo para personas de religión católica. Pero también puede decirse que sí es “católico” porque los fundamentos filosóficos y antropológicos de la PFN fueron desarrollados “en” la Iglesia Católica, por autores católicos.
Entre sus mayores referentes cabe mencionar al Papa Pío XI, en la encíclica “Casti Connubii”; al Papa Pío XII, en su Discurso a la Unión Italiana de Obstetras Católicas; a San Pablo VI, en la encíclica “Humanae Vitae” y a San Juan Pablo II, en su “Teología del Cuerpo”.
La carta encíclica Humanae Vitae, de San Pablo VI, sobre la regulación de la natalidad, publicada el 25.07.1968, tiene un párrafo dirigido a los hombres de ciencia (Nº 24) que dice así: -“Queremos ahora alentar a los hombres de ciencia, los cuales “pueden contribuir notablemente al bien del matrimonio y de la familia y a la paz de las conciencias si, uniendo sus estudios, se proponen aclarar más profundamente las diversas condiciones favorables a una honesta regulación de la procreación humana”. Es de desear en particular que, según el augurio expresado ya por Pío XII, la ciencia médica logre dar una base, suficientemente segura, para una regulación de nacimientos, fundada en la observancia de los ritmos naturales. De este modo los científicos, y en especial los católicos, contribuirán a demostrar con los hechos que, como enseña la Iglesia, “no puede haber verdadera contradicción entre las leyes divinas que regulan la transmisión de la vida y aquellas que favorecen un auténtico amor conyugal”-.
Este párrafo “tocó profundamente” al entonces estudiante de medicina Thomas Hilgers, de modo que al culminar la carrera inició, en 1976, con un equipo de trabajo, la “Evaluación independiente del Método de la Ovulación de John y Lyn Billings” en Estados Unidos. Continuó entre 1977-1980 con la estandarización del Método de PFN con Susan K. Hilgers, Ann M. Prebil y Diane Daly. Y en 1980 se le dio –a ese sistema estandarizado de PFN- el nombre de “Sistema de cuidado de la fertilidad según el Modelo Creighton (CrMS)”. Este incluye un sistema educativo totalmente integrado para capacitar y certificar a Profesionales de PFN, Consultores Médicos en PFN y Educadores de PFN.
Quiero relatar ahora algunos hitos en esta historia de la PFN liderado por el Dr. Thomas Hilgers, creador de la NaProTechnology.
En 1981 se constituye la Fundación “American Academy of Fertility Care Proffesionals” para la Acreditación y Certificación en CrMS. En 1985 se funda el “Instituto Papa Pablo VI para el estudio de la Reproducción Humana” (actual Instituto San Pablo VI). En 1990 se realiza el delineamiento por escrito de los Principios Éticos (subyacentes desde el inicio). En 1991 se publica el primer libro sobre Tecnología diagnóstica y terapéutica al servicio de la Procreación Natural NaProTechnology. En 1997 se funda “Family Support Foundation” (Fundación de apoyo a la Familia). En 1999 se concreta la fundación de “FertilityCare Centers of America” y “FertilityCare Centers International” para la certificación de “Centros” de PFN según el CrMS dentro y fuera de EEUU. En 2004 se publica el Libro “La práctica médica y quirúrgica de la NaProTechnology”. En 2007 se establece la primera “Residencia médica de Sub-Especialización en NaProTechnology” para médicos especialistas en Ginecología y Obstetricia y en 2015 se inauguran las “Pasantías” para médicos especialistas en Ecografía ginecológica y Cirugía Laparoscópica.
Ese mismo año 2015 fui a Omaha (Nebrasca, EEUU) para iniciar el Programa Doble como Profesional FertilityCare CrMS y Medico Consultor en PFN en el Instituto Papa Pablo VI & la Universidad de Creighton, los cuales culminé en 2016, iniciando entonces el camino de CrMS y NaProTechnology en Paraguay.
En 2016 también iniciaron su capacitación como Profesionales FertilityCare CrMS las licenciadas Andrea Zacarías, Francis Cabriza y Diana Recalde, y posteriormente las licenciadas María José Macchi y Elizabeth Perinetto.
En Junio 2018 constituimos el Equipo “i Care” de profesionales al Servicio de la Mujer, el Matrimonio y la Familia, y en Abril 2019 nos afiliamos a “FertilityCare Centers of America como “i Care FertilityCare Services”. Elegimos el nombre “i Care” porque esa expresión significa a la vez “yo cuido” y “a mí me importa”.
Volviendo a los autores católicos que desarrollaron los fundamentos filosóficos y antropológicos de la PFN, no me resisto a transcribir unas palabras de San Juan Pablo II de la exhortación apostólica “Familiaris consortio” (Nº 32):
-“En la visión integral del hombre y de su vocación aceptar el tiempo y el diálogo significa reconocer el carácter espiritual y a la vez corporal de la comunión conyugal, como también vivir el amor personal en su exigencia de fidelidad. En este contexto la pareja experimenta que la comunión conyugal es enriquecida por aquellos valores de ternura y afectividad, que constituyen el alma profunda de la sexualidad humana, incluso en su dimensión física. De este modo la sexualidad es respetada y promovida en su dimensión verdadera y plenamente humana, no «usada» en cambio como un «objeto» que, rompiendo la unidad personal de alma y cuerpo, contradice la misma creación de Dios en la trama más profunda entre naturaleza y persona”-.
Justamente, con la intención de brindar un servicio más integral, desde hace unos años se han incorporado al Equipo “i Care” dos Orientadoras Familiares: la Lic. Laura Torres y la Lic. Sandra Gimenez.
Hay cuatro documentos de la Iglesia Católica relacionados con la Dignidad de la Sexualidad Humana y el Inicio de la Vida Humana que merecen ser estudiados a cabalidad, ya que son considerados verdaderos pilares de la PFN. Ellos son:
1) Humanae Vitae, de San Pablo VI, del 25.07.1968.
2) Evangelium Vitae, San Juan Pablo II, del 25.03.1995.
3) Donum Vitae, de la Congregación para la doctrina de la fe, del 22.02.1987 (Instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación. Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto).
4) Dignitas personæ, de la Congregación para la doctrina de la fe, del 08.09.2008 (Instrucción sobre algunas cuestiones de bioética. Benedicto XVI, Sumo Pontífice).
Quiero compartir con ustedes algunas líneas de esta última Instrucción, por su íntima relación con el trabajo que realizamos desde “i Care”:
“A cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, se le debe reconocer la dignidad de persona. En el espíritu del juramento de Hipócrates, intentamos ver en la ciencia médica un servicio a la fragilidad del hombre, para curar las enfermedades, aliviar el sufrimiento y brindar los cuidados necesarios. La Iglesia Católica, al proponer principios y juicios morales para la investigación biomédica sobre la vida humana, se vale de la razón y de la fe, contribuyendo a elaborar una visión integral del hombre y de su vocación, capaz de acoger todo lo bueno que surge de las obras humanas. El Magisterio ofrece palabras de estímulo y confianza a la perspectiva cultural que ve la ciencia como un precioso servicio al bien integral de la vida y dignidad de cada ser humano.
El cuerpo de un ser humano, desde los primeros estadios de su existencia, no se puede reducir al conjunto de sus células. El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho a la vida. El embrión humano tiene desde el principio de su existencia la dignidad propia de la persona.
El origen de la vida humana, por otro lado, tiene su auténtico contexto en el matrimonio y la familia, donde es generada por medio de un acto que expresa el amor recíproco entre el hombre y la mujer. Una procreación verdaderamente responsable para con quien ha de nacer «es fruto del matrimonio». El matrimonio, presente en todos los tiempos y culturas, «es una sabia institución del Creador para realizar en la humanidad su designio de amor. Los esposos, mediante su recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus seres en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para colaborar con Dios en la generación y en la educación de nuevas vidas». La ley natural debe reconocerse como la fuente en la que se ha de inspirar la relación entre los esposos en su responsabilidad al engendrar nuevos hijos.
El hombre posee una vocación eterna y está llamado a compartir el amor trinitario del Dios vivo. El amor de Dios al hombre revela hasta qué punto la persona humana es digna de ser amada por sí misma, independientemente de cualquier otra consideración: inteligencia, belleza, salud, juventud, integridad, etc. La vida humana siempre es un bien, puesto que “es manifestación de Dios en el mundo, signo de su presencia, resplandor de su gloria”. Las dimensiones natural y sobrenatural de la vida humana, permiten también comprender mejor en qué sentido los actos que conceden al ser humano la existencia, en los que el hombre y la mujer se entregan mutualmente, son un reflejo del amor trinitario. «Dios, que es amor y vida, ha inscrito en el varón y en la mujer la llamada a una especial participación en su misterio de comunión personal y en su obra de Creador y de Padre».
Con referencia al tratamiento de la infertilidad, las técnicas médicas tienen que respetar tres bienes fundamentales: a) el derecho a la vida y a la integridad física de cada ser humano desde la concepción hasta la muerte natural; b) la unidad del matrimonio, que implica el respeto recíproco del derecho de los cónyuges a convertirse en padre y madre solamente el uno a través del otro; c) los valores específicamente humanos de la sexualidad, que «exigen que la procreación de una persona humana sea querida como el fruto del acto conyugal específico del amor entre los esposos (varón y mujer)».
A la luz de este criterio hay que excluir todas las técnicas que sustituyen el acto conyugal. Son en cambio admisibles las técnicas que se configuran como una ayuda al acto conyugal y a su fecundidad. Son lícitas las intervenciones que tienen por finalidad remover los obstáculos que impiden la fertilidad natural, como por ejemplo el tratamiento hormonal de la infertilidad de origen gonádico, el tratamiento quirúrgico de una endometriosis, la desobstrucción de las trompas o bien la restauración microquirúrgica de su permeabilidad. Todas estas técnicas pueden ser consideradas como auténticas terapias, en la medida en que, una vez superada la causa de la infertilidad, los esposos pueden realizar actos conyugales con un resultado procreador, sin que el médico tenga que interferir directamente en el acto conyugal. Ninguna de estas técnicas reemplaza el acto conyugal, que es el único digno de una procreación realmente responsable”. (Instrucción “Dignitas Personæ” sobre algunas cuestiones de bioética. Congregación para la doctrina de la fe. 08.09.2008).
En todos estos documentos, así como en la “Teología del Cuerpo” desarrollada por San Juan Pablo II, subyace la visión “personalista” del hombre, de inspiración clásica (cuya base filosófica puede encontrarse en Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, etc.).
Con la intención de hacer más asequible los fundamentos antropológicos de la PFN que promovemos desde “i Care”, quiero compartir ahora con ustedes algunas “Clases de Antropología Filosófica”, basadas en el libro “Fundamentos de Antropología. Un ideal de la excelencia humana” del Lic. Ricardo Yepes Stork. Dicho filósofo pretende ayudar a comprender al hombre como realidad viviente y aprender a ver al hombre con sus propios ojos. Sostiene la conveniencia, incluso la necesidad, de mostrar “qué es el hombre” a la luz de lo que “puede llegar a ser”. Plantea que conocer “la posible plenitud humana”, lo cual nos muestra quiénes verdaderamente somos, tiene un carácter ético y moral.
Son nueve clases, y dos cortos anexos, que grabé este año 2022 y que hemos compartido en nuestra web www.fertilitycare.com.py en la sección de Videos.
Asimismo, quiero compartir con ustedes un gran anhelo. Como Equipo “i Care” queremos traer a Paraguay “Family Support Foundation” (FSF), Fundación de apoyo a la Familia. Con esta finalidad dos miembros de nuestro equipo (con sus maridos) Elizabeth Perinetto & José Mussi, y Sandra Gimenez & Guillermo Escobar, han participado en años anteriores de los Cursos ofrecidos en Colombia por “Family Support Foundation”, dictados por el Padre Jarosław “Jay” Szymczak, fundador de FSF.
En breve compartiremos en nuestras redes la invitación para el Programa 1 Amor y Vida: Yo+Tu=Nosotros, a desarrollarse este año en Bogotá. Esperamos que muchos puedan unirse a esta experiencia maravillosa, del 21 al 28 de Octubre 2022.
Por último, en Nov/2022, Dios mediante, viajarán a Omaha para iniciar su capacitación en CrMS y NaProTechnology la Dra. Rocío Belinda Galeano López (especialista en Gineco Obstetricia, Ecografía ginecológica y Cirugía Video Laparoscópica) y la Dra. Belén Ortigoza (que ejercerá también como Practitioner, ya que la Lic. Recalde ya no forma parte de “i Care”).
Les ruego nos acompañen en estos proyectos con su cariño y oraciones.
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